miércoles, 30 de octubre de 2013

Aquellos maravillosos años

Dicen que los años de unviersidad son los mejores de tu vida y que los amigos que haces en este tiempo, es más que probable que te acompañen durante el resto de tu vida. No puedo estar más de acuerdo. Recuerdo como si fuera ayer aquel 4 de octubre de 2004 cuando llegué a aquella facultad tan grande abrazada a mi carpeta amarilla y una chica con hermana gemela se acercó a mí y me dijo: "Tú eres de periodismo?". No nos volvimos a separar. Formamos un grupo súper majo al que cada vez se fue añadiendo más gente. Juntas vivimos alegrías y decepciones. Suspensos, las eternas miradas al "ojazos", la visita de la Tuna, los botellones, los lunes abriendo el Tribuna Universitaria en busca de aquel náufrago que nunca llegaba... Pasamos muchas horas en la sala de madera de la biblioteca de la Ponti, cenas, confidencias, conciertos, compras. Fútbol, capeas, Nocheviejas Universitarias y amigos invisibles. Miles de momentos que han hecho de nosotras lo que somos hoy y que, pase lo que pase, siempre permanecerá en mis recuerdos. Las despedidas en junio y los reencuentros en septiembre.... SIEMPRE SEPTIEMBRE! si no era en exámenes era en casetas... Aquella despedida el día antes de cruzar el charco para terminar el máster que más que un máster pareció un Gran Hermano... no lo olvidaré nunca. Tengo mil recuerdos de mil días vividos y súper presente todavía los nombre de Cris, Ceci, Paula, Anina, Víctor, María, Vega, Laura, Andrea... Tengo muchas fotos, así que os dejo las que me parecen más significativas.... A ver qué os parecen. Para mí lo son todo... el resumen de cinco años... y la certeza de saber que Comunicación, te cambia la vida.
Zoris, hoy es tu cumple así que... FELICIDADES! :)

Champanada 2008

Concierto de María en el Berlín

Nochevieja Universitaria

Primera noche en Miami

Parte de la delegación MAICOP 2009 en Miami

Graduación. Qué monas! :)

Cena Pre-graduación

Fue un buen día que acabó con un buen susto! :)

Comunicadoras!

Último día de cole

jueves, 24 de octubre de 2013

La segunda mujer de mi vida

24 de octubre. Hoy cumple años la segunda mujer de mi vida. La más importante después de mi madre. Mi tía. Tía porque lo dice el árbol genealógico, pero es más mi hermana que mi tía. Es mi amiga, mi confidente, mi compañera, con la que no hay secretos. La que me conoce con solo mirarme. Con la que discuto cien veces al día y me reconcilio doscientas. La que está en todos mis recuerdos. La que me enseñó a pronunciar "ratón" porque decía "datón". De su mano paseé por el fútbol, los toros y los caballitos de las ferias. La que me llevaba de carabina cuando empezaba a salir con el que hoy es su marido. Incondicional de Sabina, fue ella la que me metió su poesía en las venas. La que nunca me falla; de la que puedo despotricar todo lo que me de la gana, pero solo yo. Porque como alguien la toque un pelo, lo mato. "Que ni el viento la toque, ni mirarla... mujer, mi varadero. Ni cantarla. Porque amarga es mi voz, más yo la canto...Que ni el viento la toque. Porque tiene pena de muerte el viento si la toca"
Podría poner una foto de hace veinte años, pero con ese pelo que llevaba a lo Tina Turner, probablemente dejaría de hablarme para siempre. Y actualmente no tenemos ninguna solas... hay que usar más la cámara de quinientos pavos, eh?? que no la amortizamos!
No me dejes nunca, tía. Que la luz de tus ojos, siga alumbrando mis días. Feliz cumpleaños







viernes, 18 de octubre de 2013

Andadas I: en busca de Papá Noel

Un buen lugar para refugiarse del calor :)
Lo prometido es deuda: es viernes y estoy de vuelta. Y os traigo una de andadas. ¡A ver qué os parece! Me encanta el frío, ¿os lo he dicho alguna vez? Creo que no hay mejor sensación que abrigarte como una cebolla y salir a dar un paseo. ¿Recordáis esas veces que hace tanto frío que cuando cogéis aire parece que os estáis comiendo un caramelo de menta de cómo se abren las vías respiratorias? Pues hoy os voy a proponer un viaje al corazón de frío. Abrigaos: coged cazadoras, gorros, guantes, bufandas y preparaos para descubrir un lugar fascinante: Laponia Finlandesa.
Un lugar mágico, la Laponia Finlandesa
Creo es el destino ideal para pasar un puente de diciembre. Lleva años picándome el gusanillo de conocer este lugar y lo tengo apuntado en el cuaderno de "cosas que hacer antes de los 35". Lo tenía apuntado en "cosas que hacer antes de los 30", pero como supondréis, he tenido que aplazarlo... Sinceramente no sé qué es lo que me atrae tanto de este lugar; quizá sea la tranquilidad que debe respirarse por allí, quizá porque el contacto con la naturaleza te ayude, en parte, a encontarte a tí mismo o quizá sea porque tiene que hacer tanto frío allí que igual lo único que te apetece es buscar el calor humano. 
Trineo tirado por Huskys
Yo ahí lo dejo... para que si decidís ir, busquéis un buen compañero de viaje! ;) Igual pensáis que allí arribota, donde da la vuelta el aire (literalmente) no hay mucho que ver, pero me he estado documentado y sí, hay muchas cosas que hacer. Se puede hacer una excursión a alguna de la granjas de renos y montar en un trineo tirado por ellos, puedes concer de primera mano el hábitat de los Huskys y también participar en alguna carrera con ellos. Hay minas de amatistas que los lugareños te enseñarán encantados y, si te aburre la nieve puedes ir hasta Rovaniemi, la capital, donde podrás visitar museos, tiendas y conocer (aquí viene el momento estrella del viaje) a SANTA CLAUS!!! es cierto!! 
Interior casa de Santa Claus
Papá Noel tiene su casa aquí y te deja visitarle. Desde luego, si algún día consigo ir, tengo que hacerme una foto con el viejo de rojo! prometo enseñarosla :) Hace un tiempo leí una carta escrita por uno de sus ayudantes, que decía algo así: Como todo el mundo sabe, el genuino Papá Noel ha vivido siempre lejos en Korvantunturi, en la laponia finlandesa. Allí tiene su casa, su taller, su almacén de regalos y muchos otros edificios. Lo extraordinario es que sólo Santa Claus Laponia, sus elfos y sus verdaderos renos conocen el camino de Korvatunturi. Korvatunturi es un lugar misterioso donde los elfos pueden escuchar a los niños y a los adultos también y saber si hacen cosas buenas o malas. Los elfos escuchan atentamente a todo el mundo y apuntan sus observaciones en un enorme libro de notas. Normalmente sólo apuntan las buenas observaciones pero si es necesario pueden también apuntar rabietas, si estamos gruñones u otro comportamiento rencoroso, lo que puede pasar involuntariamente, de vez en cuando.                                                                                
Santa Claus con su reno Rodolfo
Antes de la Navidad, los elfos van a las casas y vecindarios de los niños para tomar nota de sus comportamientos y para ver si están siendo buenos. Justo antes de la Navidad, Santa Claus examina todos los comentarios del gran libro de notas y selecciona con cuidado preciosos regalos para todos los niños buenos. En caso de que haya travesuras, puede ser que Santa Claus no las apruebe. Afortunadamente desde hace años van pasando menos de estos incidentes porque todo el mundo es cada vez más bueno. Santa Claus en Finlandia reparte los regalos personalmente a los niños buenos. Cuando entra en una casa, siempre pregunta: "¿hay algún niño bueno aquí?". Los niños siempre cantan una pequeña canción a Santa Claus y prometen que serán buenos durante el año próximo. Entonces, Santa con la ayuda de los niños, lee las etiquetas y reparte los regalos.
En muchos otros países, Papá Noel reparte los regalos cuando los niños duermen. Por eso por la mañana los padres dan los regalos que Santa Claus ha dejado, mientras él vuelve a su casa en Korvatunturi."
Espectáculo de Auroras Boreales
Y si la magia con Santa Claus os parece insuficiente para hacer un viaje tan largo, creo que ver las auroras boreales pueden ayudar a convenceros. No sé qué se sentira cuando se ven en directo, pero cuando yo veo una foto, me transmite una ternura prácticamente indescriptible. Podría pasarme horas enteras mirándolas... así que imagino que allí, la sensación debe incrementarse en un 500%
Y el remate de la fiesta es, que te dan un certificado que acredita que has cruzado el Polo Norte!! a mí no me parece una tontería, eh?? Que no te dan un papel diciendo que has cruzado un paso de peatones en Ávila capital... ¡¡¡que has cruzado el Polo Norte!!! Me parece muy interesante, la verdad.
Hotel-Iglú bajo las estrellas
Y poco más os cuento...  creo que este es vuestro destino ideal si lo que os gusta es la naturaleza, el fresquito, los animales y caminar por la nieve. Se me ha olvidado mencionar el chocolate caliente que dan para paliar el frío de diciembre... Igual hacen descuentos para grupos... ¿os apuntáis?

 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cosas de madres

Hola a todos y a todas. Sé que llevo varios días sin aparecer por aquí, pero es que he andado un poco liada... ya sabéis: que si facebook, twitter, candy crush... Me faltan horas en el día!! jajaja Es broma... en serio no he tenido tiempo pero ya he vuelto, gracias por ehcarme de menos y reclamar otra entrada.
Hoy voy a hablaros de mi madre. Bueno, de las madres en general porque yo creo que hay un gen que se activa con el embarazo y que es común a todas las madres del universo. Como la subida de la leche o la cuarentena.
El tema se me ha ocurrido porque esta mañana mientras desayunabamos mi madre y yo y me pregunta: "¿Qué comemos hoy?". La verdad es que no me lo he pensado mucho, porque tenía antojo y he contestado: "Sopa y filete". Mi madre me mira detenidamente y sentencia: "Bien. Haremos un poquito de cocido" ¿MAMÁ? para qué rayos me preguntas qué quiero comer si luego haces lo que te da la gana!! Pero ojo, ni se te ocurra ignorarla o decirle: "No sé, me da igual". Porque firmas tu sentencia de muerte y es el momento en el que ella empieza a relatar: "hay que ver, no me ayudas en nada. Siempre tengo que pensar yo que hago de comida..." Uf mamá... ay mamá!
Hay más cosas muy típicas de las madres: entrar a tu cuarto los sábados por la mañana para ver si tienes ropa sucia. ¿? He llegado a la conclusión de que la lavadora de mi casa solo lava antes de las 9. Sospecho que, a partir de esa hora, entra en un letargo profundo del que es imposible despertarla. No lo entiendo sino... 
"Ten cuidado". Es la frase por excelencia de mi madre cuando salgo por la puerta de mi casa. La semana pasada me lo dijo cuando iba a tirar la basura. Ya, mamá. Sólo son 22 escalones y cuarenta y seis pasos. Sal al balcón si te quedas más tranquila... A veces pienso si cuando mi madre me mira comprende que tengo treinta años. Creo que no, que me sigue viendo en la silla de paseo... Mi madre, supongo que como todas las madres, tiene una serie de frases que coloca en cualquier conversación y delante de cualquier persona y son: "¿Dónde vas?" "¿Con quien vas?" "Osea que hoy no cenas en casa, ¿no? En serio... ¿Es realmente necesario el tercer grado? y la mejor (es irónico) porque cada vez que me lo hace me endemonio, por lo que ya empieza a contrlarse, es cuando me llaman por teléfono y pregunta: "¿quién era?" Fulanito, mamá. "¿Y qué te ha dicho?" noooo, no... por ahí no paso, maja! que más que mi madre pareces mi carcelero. Pero de buen rollo, eh?? jaja A veces pienso qué sería de mí si me faltaran esas frases... estaría todo muy, muy mal.
Por otro, lado... por contraposición está mi padre. Que nunca te pregunta dónde vas ni de donde vienes... y cuando, si por algún motivo, le cuentas un plan que tienes para una determinada fecha, le extraña verte en casa cuando llega: ¿Pero no te ibas a Madrid? No papá, es el día 25. Ah... Y así hasta que llega el día 25. 
Me encanta el monólogo de Dani Rovira sobre los padres, lo habéis visto? Os lo dejo para que os echéis unas risas. Me parece que es real como la vida misma.
Prometo volver el viernes con una sorpresa para los andantes... Os apetecen unas andadas?? ;)


                          

jueves, 10 de octubre de 2013

Lo que me hace feliz

Sé que a muchos no os gusta el otoño. Que solo lo veis como la antesala de un invierno largo y frío. Que no os gusta la sensación de cambiar chanclas por botas y tirantes por chaquetas de lana. Pero a mí me encanta. No lo puedo evitar. Me parece maravillosa la sensación de fresquito que se respira, el cambio de color que va adquiriendo el campo, el olor a humo que sale de las chimeneas que se empiezan a encender... Son cosas que me gustan, que me hacen feliz. Lo que viene siendo el poder de las cosas sencillas.
Y hoy, desde un retiro casi forzado, me he parado a pensar en cuántas cosas más me hacen feliz...
Me hacen feliz las conversaciones de WhatsApp con amigos hasta tarde, me hace feliz desayunar con mi madre los sábados en el Obrador de Francis, porque es nuestro momento de la semana. Solo nuestro. Me hace feliz ver fotos de los viajes que he hecho y recordar todos y cada uno de los momentos que inspiraron esas fotos. Y me hace feliz ver las fotos de los demás porque veo la felicidad en sus caras. Y eso me gusta. Me hace feliz hablar de libros o de política con mi padre. Es fácil hablar con él porque piensa igual que yo... ¿o soy yo la que piensa igual que él?
Me hace feliz comprarme un bolso (o me hacía...porque hace tanto que no me compro uno, que he olvidado la sensación ;) ), el olor del mar, conocer gente nueva, un viaje en coche con la misma canción sonando en bucle. Me hace feliz pasear por mi pueblo, sobre todo si hace frío. Me hacen feliz las luces de navidad, los cafés de sobremesa que se alargan hasta la cena, buscar el regalo adecuado para un amigo invisible, un concierto del maestro Sanz.  

Me hace feliz una crema de orujo con chucherías y una cena con los de siempre en los sitios de siempre. Las paellas de verano, una botella de Marqués de Cáceres bajando demasiado rápido, las comidas en familia, el olor a bebé. Me hace feliz acompañar a mis amigas en su dulce espera, aterrizar en Madrid después de un largo vuelo, volver a Roma mil veces, sentiros cerca.
Me estoy dando cuenta que me hacen feliz muchas cosas. Cosas en las que muchas veces no me fijo y que siempre están ahí... Porque no importa cómo de malo sea el momento, debemos intentar mirar siempre alrededor y buscar aquello que nos haga felices. Que tengáis un bonito fin de semana

lunes, 7 de octubre de 2013

Muy lejos

Hoy estoy de estreno. Esta tarde comienzo a dar un curso de protocolo a través del Ayuntamiento de Piedralaves. Nunca pensé que llegara a esto, la verdad. Pero reamente la vida pasa... y hay que buscarse la forma de ganarse el sustento...
Han pasado cuatro años desde que dejé la facultad y no estoy, ni por asomo, donde imagié que estaría cuando empecé a estudiar.
Y es que cuando entramos en la universidad comenzaba la decadencia de los medios de comunicación tradicionales, pero nos vendieron la TDT como la panacea de la televisión y nos aseguraban que en los medios digitales encontraríamos nuestro futuro laboral. Después hice un máster en comunicación política, porque por aquel entonces aún tenía confianza en este grupo específico de la humanidad... Pronto iba a hacerlo ahora... aunque sí que es cierto que apendí muchas cosas de las relaciones personales y también es cierto que hice muchos amigos que aún conservo.
En el máster también se hablaba de un futuro limpio y ocupado.... Luego me di cuenta de que todo es mentira.
Que la realidad es bien distinta y que nadie te habla de que tu vida no vuelve a ser la misma cuando cierras la puerta de la casa donde has pasado los cinco mejores años de tu vida. Nadie te habla de que la independencia que tenías se va al traste y que de no tener hora para nada vuelves a pasar a cenar a las 9 por el artículo 33 y que si no estás en casa a esa hora, mejor te metes en la cama para no soportar las malas caras y la consecuente bronca... ojo, que yo estoy muy bien en casa...pero estaba mejor cuando vivía sola...
Y nadie te cuenta tampoco que tienes que matricularte en treinta cursos para abrir un poco el campo y encontrar un trabajo que te guste, aunque no esté del todo relacionado con lo que habías querido hacer siempre.... Ni que tienes que trabajar de lo que vaya saliendo si no quieres depender de tus padres hasta para tomarte una coca-cola. Ya de copas ni hablamos, claro...
Así que aquí me tenéis, empezando un nuevo proyecto que no sé si sabré sacar adelante. Supongo que sí, y si no... por intentarlo que no quede. El caso es no estar parada y pasar un rato agradable con la gente que ha decidido acompañarme en esta aventura. Por cierto, quiero dar las gracias a tres personas que, aunque seguramente tenían cosas mejores que hacer, decidieron apuntarse conmigo para que pudiera salirme el trabajo. Me demuestran que los amigos están para las ocasiones. Espero que os guste.
Y a los demás, gracias por leerme. Ya os iré contando cómo avanzamos! (Protocolariamente hablando)

martes, 1 de octubre de 2013

Había una vez...

Hola a todos. Algunos llevábais esperando la entrada desde ayer, pero es que no paré en todo el día. Que si deshacer maletas, poner lavadora, encauzar proyectos para el nuevo curso... ¡no tuve tiempo para escribir! 
Así que aquí estoy hoy para contaros mi fin de semana en Disney...
La primera parada: Barajas. Y el primer encuentro: Carmen Lomana. ¡Qué mujer más maja, por favor! y ¡qué guapa! Los niños fueron corriendo a hacerse una foto con ella y la verdad es que no puso ninguna pega en ningún momento.. al contrario, siempre con una sonrisa.
El vuelo de ida fue muy tranquilo (todo lo tranquilo que un vuelo puede ser) y cuando llegamos París y salimos de la terminal, llegó el primer problema: no había nadie esperándonos para llevarnos al hotel. Qué rabia me dan esas cosas... contratas un traslado para olvidarte de preocupaciones y la primera preocupación cuando llegas allí es el traslado... La verdad es que la angustia duró poco y a los veinte minutos íbamos los seis en una furgoneta conducida por un señor que parecía salido de Tiana y el sapo. Empezaba el cuento.
El hotel genial. Enorme. Mil habitaciones, a niño y medio por habitación... podéis haceros una idea de cómo estaba aquello...
Después de cenar, y aunque estabamos un poco cansados nos fuimos a explorar los alrededores del hotel, que era un poblado del oeste con carretas, molinos... era como estar en la peli de El llanero solitario. Caímos en la entrada del Disneyland Park, nos hicimos algunas fotos, nos enamoramos de algunos de los juguetes de las tiendas de alrededor y volvimos al hotel porque sabíamos que el día siguiente iba a ser muuuuuy largo. 
No nos equivocamos. A las 7:15 
  sonó el despertador y a las 8 de la mañana estabamos entrando en el parque. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordar la entrada y ver el castillo. Es una sensación increíble. Pero si encima vas con una niña loca por las princesas, la sensación se incrementa un cien por cien. Entramos, vimos al dragón en su guarida y recorrimos todas las etancias del hogar de la Bella Durmiente. Después fuimos a la atracción de Peter Pan, que nos encantó a todos porque parece que, como él, vas volando por encima de la ciudad de Londres. A partir de ahí, una sucesión de interminables colas, fantásticas atracciones y una constante liberación de adrenalina. Sobre todo en la atracción de Piratas del Caribe y en el tren de la mina. De vez en cuando miraba a Elsa y, la verdad, es que me encantaba ver su cara y su impaciencia por montar en todo y ver más y más cosas. A las cinco, la cabalgata del 20 aniversario. A mi juicio se quedó un poco corta...pero vamos, que con la emoción que tenía yo, podría haber estado viendo pasar princesas tooooda la tarde! :) El cansancio ya empezaba a hacer mella en nosotros y dedicamos la tarde a las atracciones más suaves: los barquitos, el laberinto de Alicia en el País de las maravillas... y a las diez de la noche, los fuegos artificiales. 
De verdad que te quedas sin palabras cuando lo ves. Es increíble el juego de luces, música, el espectáculo en 3D en las fuentes y los fuegos artificiales. Os puedo asegurar que hubo un momento en el que se me saltaron hasta las lágrimas. Maravilloso.
Cuando terminan los fuegos cierran el parque así que tardamos más de media hora en poder salir... Fuimos a cenar a un restaurante muy americano, con un descapotable rosa en la puerta y los camareros patinando... muy del rollo Tommy Mel´s. La cena estuvo bien, pero de repente se nos ocurrió mirar a la calle... ¡SE HABÍA ABIERTO EL CIELO! ¡Qué tormenta! La vuelta al hotel fue de película... yo como Moisés, andando sobre las aguas. Imaginaos... iba con bailarinas... Las bailarinas acabaron en la basura, claro. Y entrar en el recinto del hotel que estaba más oscuro que la boca de un lobo, con los truenos que daban y los rayos que había.... No os digo más: Elsa durmió con su madre. Y yo porque no me dejaron... (es broma, eh?)
El domingo nos dió tiempo a poco... pasamos demasiado tiempo en la cola de la atracción de Nemo en el parque de los Estudios Disney. Qué atracción!! a mi me engañaron, eh?? no hablé nada en los tres minutos que duró el viaje y cuando conseguí abrir la boca solo pude decir: quiero salir de aquí. No volví a ser de provecho en todo el día... y si a eso le sumamos el pésimo viaje de vuelta, podría haberos dicho cuando llegué a Madrid que iba a volver a salir de casa. Ahora me río, es cierto. De hecho me parto pensando en el momento en el que la cuñada de mi tía, asustada porque llevaba rato sin oirme me dijo: "Celia, por favor, hablame".
La verdad es que ha sido un fin de semana increíble; lleno de risas, de juegos, de ilusión. Nos gustó tanto a todos que ya estamos planeando volver. Ójala podamos cumplirlo. Mientras tanto, seguiremos recordando cada momento, cada risa, cada atracción y cada foto. Os dejo aquí un vídeo que he encontrado en Youtube con el espectáculo del Castillo. Ya me diréis a ver qué os parece!